LOS VALORES
FAMILIARES SON IMPORTANTES EN NUESTRA VIDA
La responsabilidad
principal de la comunicación de valores en una familia corresponde a los
padres. La escuela u otras instituciones educativas a lo sumo podrán servir de
auxiliares en esta tarea. Es importante hacer notar que los valores va con
mayor facilidad se inculcan en aquellos que se demuestran con el ejemplo. Por el contrario, difícilmente se pueda
tratar de inculcar un valor que en la práctica se desdeña continuamente.
En este sentido hay que
reconocer que en muchas ocasiones existe un aspecto de alto grado de
responsabilidad, puesto que los menores carecen de herramientas de análisis
como las que posee un adulto.
La adolescencia es el período en donde muchos de estos valores se cuestionan,
circunstancias que lleva a un comportamiento errático sin lugar a dudas. En
efecto, es durante estos momentos en los que comienza a actuar el espíritu
crítico de la persona, poniendo en la balanza que valores del pasado deben
mantenerse y hasta qué punto, derivará el crecimiento como persona y el paso definitivo
a la adultez.
Los valores en la
familia remiten al establecimiento de comportamientos y actitudes a los que se
pone en un lugar de importancia. Para cualquier persona esta transmisión es de enorme importancia, por
lo menos hasta que tenga edad como para decidir si los valores inculcados
tienen fundamento o no. En general, a pesar de que los valores inculcados sean
puestos en duda en el futuro, lo cierto es que los mismos sirven para generar
un marco de comprensión del mundo.
Al nacer, desconocemos las
normas que rigen a la familia o la sociedad. Su conciencia ética se va
desarrollando con el paso de los años. Pero necesitan nuestra ayuda ya que no
llevan ningún chip incorporado que les diga si sus actos son correctos o
incorrectos, lo que está bien o lo que está mal.
Los valores son
normas de conducta y
actitudes, según las cuales nos comportarnos y que están de acuerdo con aquello
que consideramos correcto.
La adquisición de buenos
valores depende, como casi todo en la vida de nosotros. Sólo sobre una base de amor y seguridad podrá aprender
e interiorizar los valores éticos correctos. Un comportamiento de los padres
que transmite tolerancia, respeto, solidaridad, confianza y sinceridad empapa a
los hijos de todos estos valores y aprenden a actuar respetándolos siempre.
Pero debemos saber que los valores no se enseña
independientemente del resto de cosas, ni a través de grandes explicaciones o
dando una lista con aquello que consideramos correcto y lo que no, esperando
que nuestros la memoricemos. Los valores se transmiten a través del ejemplo práctico, a través
de la cotidianidad, de nuestro comportamiento en el día a día, en aquello
que observamos y el hacer de nuestros padres.




